Tuve suerte de que mis padres se atrevieran a empezar de nuevo después de la caída del Muro. Los trabajos como técnicos de laboratorio o vendedores de carnicería ya no tenían mucha demanda. Hoy diría que se dieron cuenta de que había una brecha allí que querían llenar. El impulsor principal fue mi madre, que decidió montar su propio negocio como servicio de fiestas Wagner. En ese momento, mi padre, Hardy, tenía un trabajo perfectamente aceptable como gerente del departamento de artículos deportivos en una gran tienda departamental. Pero él también parecía insatisfecho, dejó su trabajo y comenzó con mi madre un negocio de servicios para fiestas en Magdeburgo.
Con este paso no sólo cambiaron su futuro profesional, sino que también influyeron significativamente en el mío. Aprendí desde el principio cuánto coraje y perseverancia se necesitan para trabajar por cuenta propia y lo importante que es trabajar en una visión común. Estas experiencias me dejaron una profunda comprensión del valor del trabajo duro y la importancia de la calidad en todo lo que haces.
Lo que siempre disfruté fue la organización, el manejo de emergencias situacionales, el trabajo colaborativo en equipo, la resolución de problemas y la sensación de crear algo propio. Cuando tenía 15 años ya tenía claro que si hacía algo profesionalmente, quería crear algo, desarrollar algo más, trabajar con ambición en algo y perfeccionarlo. Nunca he sido de los que simplemente leen un libro de texto para aplicar lo que he aprendido. Cuando leía libros de texto, simultáneamente pensaba en cómo se podrían hacer mejor las cosas, qué alternativas podría haber y cómo podría hacer algo mío.
Desde el principio, mis padres quisieron crear algo único con su servicio para fiestas. No sólo querían ofrecer buenos productos, sino que también querían construir una marca que representara confiabilidad y excelencia. Esta actitud también influyó en mí y comencé a comprender lo importante que es no sólo lograr el éxito a corto plazo, sino también construir algo que perdure en el largo plazo. Mirando hacia atrás, fue precisamente esta combinación de creatividad, pragmatismo y deseo de independencia lo que más tarde influyó significativamente en mi desarrollo profesional.