Capítulo 5: Pasión, Compromiso y Humildad: Valores de Mis Padres y la Infancia
La independencia de mis padres fue un paso importante que cambió nuestras vidas para siempre. Mi madre fue la principal impulsora y decidió montar un servicio de catering. Mi padre la apoyó activamente renunciando a su trabajo para hacer realidad este sueño con ella. Fue impresionante verlos tomar riesgos, trabajar muchas horas y siempre apegarse a su visión.
Recuerdo las innumerables noches que trabajamos juntos, ya sea preparando eventos, montando tiendas de campaña o atendiendo a los clientes. Para mis padres nunca se trató solo de negocios. Querían crear algo que durara y alegrara a la gente. Esta actitud me dejó una profunda impresión: la calidad, la perseverancia y la fe en una idea son cruciales.
Al mismo tiempo, crecí con una actitud de modestia que me acompaña hasta el día de hoy. Mi madre a menudo elogiaba mi sencillez y decía lo feliz que era con las cosas sencillas, ya sea en Navidad, en los cumpleaños o en la vida cotidiana. No fueron las cosas materiales las que me moldearon, sino la satisfacción con lo que tenía. No pudieron darme lo que necesitaba. Lo que realmente me dio satisfacción fueron las ideas y sueños que surgieron en mi cabeza y me dieron una visión para el futuro.
Comprendí desde el principio que no se trata de tener mucho, sino de apreciar lo importante. Las conexiones honestas eran más importantes para mí que cualquier otra cosa. En el colegio me caracterizaba por defender a mis compañeros y decir cosas que los demás no se atrevían. La empatía por los demás y la capacidad de contentarme con cosas simples tuvieron un impacto duradero en mi carácter.
La independencia de mis padres y la humildad de mi infancia me enseñaron a afrontar los desafíos con una actitud positiva y sacar lo mejor de cada situación. Estos valores me acompañan hasta el día de hoy y son parte esencial de mi vida y de mis decisiones.